Habla la locura "abla la locura"
Habla la locura
El refrán popular dice: “la locura es la única cosa que suspende su juventud en su fuga y atrasa la llegada del último día”. Estúpidos mortales, pedid a las Medeas, Circe, Venus y a la Aurora una segunda fuente de juventud. ¿No os dais cuenta de que sólo yo puedo proporcionarla y efectivamente lo hago?
Hablando de buena fe, ¿no es preferible ser como baco, loco, tonto, siempre regocijado, joven y rodeado de risas y deleites, que un solapado Júpiter siempre listo para hacer temblar a alguien?
¿Por qué cupido es acusado de tener una juventud eterna? Porque es amigo de las bromas y no hace más que locuras ¿por qué en Venus siempre florece la belleza y sus cabellos de oro? Porque tiene afinidad conmigo.
Mas no creo que las mujeres sean tan locas para agraviarme porque les diga locas, yo también soy mujer y la locura misma en persona ¿no es la locura, a quien ellas deben el ser más dichosas que los hombres?
¿Hay alguien más feliz que los hombres tratados de locos, aturdidos, tontos e imbéciles sobrenombres que me parecen bellísimos? Tal vez esta afirmación parezca loca y absurda, pero es verdadera. Para empezar, estas personas están libres del temor de la muerte. Su conciencia no sufre de remordimientos, no se asustan de cuentos de aparecidos ni de fantasmas o duendes. No tienen terror por los males que los amenazan, ni sienten orgullo por su felicidad. No están atados a los miles cuidados de que esta llena la vida, no conocen la vergüenza, ni el miedo, ni la ambición, ni los celos, ni el amor. Y si logran hacerse tan imbéciles como brutos, también tienen la ventaja, según los teólogos, de ser impecables.
Si el sabio archiloco resume todo cuanto lo martiriza de día y de noche y reúne en un montón todas las dificultades de la vida, comprenderá cuantos males evité a mis locos.
La primera edad de la vida es la más feliz. Nada es atendida ni mimada más que la infancia. Este encanto no nace sino de la aureola de la locura con que la naturaleza adornó la frente del recién nacido.
La juventud es festejada, ayudada, y pregunto ¿de dónde sino de mí proviene su encanto, que al retirar la razón la exime de todo cuidado?
En cuanto avanza la edad, la hermosura se altera, se esfuma la elegancia y crece el vigor. Los humanos se apartan de mí, la vida se aleja de ellos y pronto llegan a la vejez rezongona, una edad molesta para los demás, insoportable para los hijos de Adán si no estuviera yo allí para auxiliarlos. Yo, en lo posible los vuelvo a la infancia. Por eso se dice que la vejez es una segunda infancia.
Los ancianos chochean y desvarían igual que el niño. ¿Y no constituye la locura su principal ornamento?
No hay nada más cansador que la intimidad con un viejo que mantiene, además de la experiencia, el vigor de la inteligencia y la nitidez del entendimiento. Por eso es beneficio que otorgo el hacerlos chochear y hasta logro volver a hacerles deletrear el verbo “amar”.
Fragmentos de “El elogio de la locura” de Erasmo de Rotterdam
Para mi amiga Venus__ ... Te quiero mucho "archiloca"
1 comentario:
buenísimo este fragmento, la verdad que me voy a poner a leer Erasmo, está muy bueno. Creo que tengo la locura de la adolescencia todavía. jajajaja
un beso
Publicar un comentario