miércoles, marzo 18, 2009

el noble pescador

Pienso que pronto vendrá el invierno
Y la cosa se va a poner más dura

Bajo las sabanas
Pellizco el sueño

La costa del salado es un lugar erógeno para el poeta litoralense
O eso me dijeron.
Pero es mentira.
Podría enumerar las controversias.
Mosquitos
La pseudo mierda de las tripas del pollo
Los pescadores (que ahora cortan rutas) aniquilaron el río
Salen pescaditos que dan pena comerlos
Y si los comes seguro te clavas una espina en el paladar

Y ahí empieza el lío

Mamá grita tragate un poco de miga de pan
Tu viejo te la quiere arrancar cual odontólogo
Tu hermana recomienda llevarte al hospital más cercano
Tu mujer se queda en la silla diciendo – dejalo, está mariconeando
Y uno entre tanto alboroto piensa que se va a morir

Todo porqué?

Por ir a pescar a las costas del salado.

Ayer fui a comprar carnada
Y una damita de unos 15 años me dijo
-don, ¿va a pescar al salado?
Porque las bogas se pusieron delicadas
Sólo comen tongorí
Y me dio una bolsa de tripas de sábalos
Repodrida de tanto estar al sol.

Mientras encarno el maldito tongorí, que es una parte dura del triperio
Pienso en sacar un pescado tan grande como para ir
Y ofrecerlo como la dote a los padres de esa chica que me dio
Esta tufienta carnada

Despues de todo, ella vive a las costas del salado
Y yo quiero ser pescador.

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